El destierro del duende pintor
Trucas era un duende que vivía en un pueblo en medio de un cuadernos de hojas blancas para dibujo. Su pueblo solía ser tranquilo y sin color, lo cual aburría a Trucas, así que este duende comenzó a pintar lo que veía, así que el gran duende guardían centinela lo lanzó a un bote de agua, ya que estaba muy sucio, y lo mandó lejos del pueblo.
Trucas sentía la necesidad de pintar, de dibujar, de lo que fuera que se tratara de colorear o trazar líneas, pero no contaba con los instrumentos para hacerlo. Vagó con el cuaderno buscando algo para su propósito, hasta que encontró algo que parecía ser un lápiz. Lo miró cual si fuera agua en el desierto, comida para un hambriento, y lo tomó topándose con que era la cola de un dragón.
El dragón lo quemó con su fuego, y Trucas se marchó descepcionado y chamuscado. Tocando la pared notó que sus manos manchaban, por fin podía dibujar, así vivio Trucas el duende llenando de trazos hasta cansarse de tanto dibujar.